Las tierras de Cordovilla de Real, pobladas inicialmente por los vacceos, conocieron posteriormente la cultura romana, que estableció sus villas y explotaciones en estos parajes. Más tarde fueron los visigodos quienes dejaron su huella. Visigótica es la fundación del obispo Toribio en San Salvador del Moral y resonancias gótico-germanas tiene también el despoblado de Villandrando.
La actual Cordovilla surgió en la primera población mozárabe. Parece que las gentes de tierras cordobesas subieron huyendo de la invasión morisca, encontrando a orillas del río Pisuerga lo que buscaban. Al par que el núcleo de Cordovilla, Matanzas, Villandrando y San Salvador del Moral -en la actualidad dehesas dedicadas a la agricultura y a la ganadería-, fueron asimismo aldeas medievales, con importantes construcciones y monasterios.
Digno es de visitar el magnífico puente levantado sobre el río Pisuerga, edificado durante el reinado de Carlos III. Cerca transcurre el canal de Villalaco o de Alfonso XIII.
Al lado de la iglesia se descubrió en su día una necrópolis o cementerio de época visigoda que, lógicamente, nos confirma la antigüedad de la existencia del hombre en estas tierras, acaso de origen prerromano.
Por ese tiempo, en el siglo VI se fundó el monasterio de San Salvador del Moral por expreso deseo de Santo Toribio, obispo de Palencia, monasterio que sería arrasado a mediados del siglo IX por las razias moras, muriendo la abadesa y las monjas del mismo. Era de fundación real en el siglo XVIII y, al incendiarse, se perdieron lamentablemente sus diversas obras artísticas y documentales.
Entre finales del siglo IX y principios del X, sería repoblada Cordovilla, al igual que otros pueblos del Cerrato, acaso por gentes mozárabes huidas de Córdoba, de ahí el nombre de su topónimo: la pequeña Córdoba.
Villandrando es citado en el siglo XI como coto redondo, y Matanza y su iglesia de San Pedro en el siglo XIV.
Dispone Cordovilla de un interesante rollo jurisdiccional levantado en el siglo XIV, siendo villa de realengo, así lo indica su “apellido”. Se ha instalado en esta villa otro rollo jurisdiccional que perteneció al desaparecido monasterio de San Salvador del Moral. Se conservan en aquel solar algunos restos del viejo cenobio: arcos de un claustro, casa rectoral de finales del siglo XVIII y parte de una bodega con rudas columnas con basas y capiteles del románico primitivo. Se guarda también una pila bautismal y dos blasones de edificios anejos.
La iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Asunción fue edificada en el siglo XVI y es de estilo gótico plateresco, si bien, la torre se levantó en el siglo XVIII ya de estilo neoclásico.